Zamora.

La Catedral.

Rarisimo tejado el de la Cúpula.

Los arcos de la entrada, no son nada comunes.

Solitaria calleja. Al fondo, el rio Duero.

Viaje a León.- Día 15. Excursión a Zamora.

Nuevamente el vil cacharro
me despierta de ese sueño,
que disfrutaba risueño
untando a dama con barro.

En poco mas de una hora
subimos al buen transporte,
que con su gracia y su porte
nos va llevar a Zamora.

“La bien cercada” llamo
Fernando primero, el Rey,
que repobló en buena ley
y a Doña Urraca, donó.

Su hermano, Sancho segundo
- que a Doña Urraca, no adora-,
se la quiso hacer deudora
y, al quererla arrebatar,
le puso cerco a Zamora.

El cerco se prolongaba
con el tiempo en su deshonra
y Don Sancho comento:
“Zamora…no se ganó
en una hora”.

Don Sancho,- parece ser -,
que adoraba a bella dama,
y dentro de la ciudad
por un portillo pasaba.

Pero…
una noche un traidor
del monarca en amoríos,
- Bellido Dolfos, un pillo-
en “portillo de Traición”,
ha degollado al caudillo
matando la relación.

Mirando a ese Portillo
toda la gente del grupo,
la guía, con gracia supo
contar un buen chascarrillo.

Muy cerca… La Catedral.
La torre al uso románico,
lo demás, mas bizantino
y belleza en general.

Explosión del románico
es Zamora,
las iglesias visitadas
así dicen,
Viriato con puñal,
no contradice,
que Zamora, no se gana
en una hora.

Mirando lo antiguo
y lo moderno…
Zamora será, valor eterno.


Emilio.