Plaza de Trujillo.
Soportales de la Plaza.
Bello capitel dórico.
La publicidad.
Se ha llenado la maleta
hay que cerrarla con mimo,
evitando el desatino
de pillarse la bragueta.
Cerrada y puesta en la puerta
a la espera de salir,
cuando sean las cinco treinta
y que el taxi, este ya aquí.
El timbre ya nos anuncia
que es la hora de partir,
es momento de empezar
a disfrutar y vivir.
Hasta Alcázar de San Juan
tres matrimonios llegamos,
y con otros, acoplamos
la carga en el autocar.
Regateando Toledo
-siendo este paso sencillo-,
pasando un tiempo en Trujillo
fotografió lo bello.
La comida reposada
hacia Cáceres miré,
y en el aire me encontré
un beso, que me buscaba.
Después de dar tanta vuelta
y de hablar y dormitar,
llegamos a Portugal
con mas hambre, que vergüenza.
Hotel Edén Estoril
buen hotel, y bellas nenas,
las que piden los carnés
para anotar referencias.
Buen ambiente, buena cena.
Un pianista..., ameniza la velada,
algo de baile en la sala
y a las todas, mas o menos,
desfilamos a la cama.
Emilio.
Emilio.
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