30 marzo 2008

Manuel y Encarnita. Entrada al Loro Park.


Las carpas de colores de Loro Park.


Una maravilla de la naturaleza.


El "gordo" y Manoli.


Continuando con el cuento
de nuestro viaje a Canarias,
hemos alquilado un coche
por cuatro perras de nada.

¡Tienen que ser cuatro puertas!,
-insisten malhumoradas-
nuestras respectivas santas,
bueno, dijeron que un cuatro Gates,
¡hay que ver lo que cultiva
el cambiar mucho de aires!.

Subidos al cuatro Gates,
vamos camino del Téide,
como la subida es grande
y la carne pesa mucho,
el Corsa se pone rojo
por darle tan gran disgusto.

¡Qué bonito es todo esto,
y no hemos llegado arriba!
Ahí hay un funicular
que te dejara en la cima;
las tres mil pelas por barba,
te evitaran el esfuerzo;
y todos cantan a coro:
¡lo mejor es un almuerzo!.

Seguimos mirando piedras
y a las nubes por encima,
hay unas flores muy raras
que a Manolo le alucinan.

Alguien con las gafas puestas
para evitar resplandores,
se le han quedado marcadas
en un cambio de colores.

Ya no queremos mas piedras
y nos vamos para el valle,
La Orotava, La Laguna, Tenerife
y en El Puerto de la Cruz, un brillante:
los grandes Lagos Martíanez
de belleza deslumbrante,
llenos de agua del mar
para que puedas bañarte.



No hay comentarios: