30 marzo 2008

Manoli y su gorila.


Encarnita y Emilio.


Un tigre, dos tigres, tres tigres.



Las focas y los leones marinos.


Ha sonado un fuerte timbre
en la habitación de al lado,
es hora de levantarse
porque ya se ha descansado.
Después del buen desayuno
desaparece Manolo,
vuelve al rato consternado
y es porque acaba de ver,
los árboles del tejado.
Empiezan las excursiones:
visitamos Loro Park
la Manóli de un gorila
se acaba de enamorar;
se ha sentado en su regazo
y muy contento el peludo,
le da un beso y un abrazo.
¡Mal empieza el veraneo!
-dice Emilio cabreado-,
¡y es muy poco placentero,
el que un gorila asqueroso
te ande tocando el genero!.
Entramos a ver pingüinos
que es algo sensacional,
son camareros de gala
dispuestos a desfilar.
Después de levitas,
aves, cocodrilos y algo mas,
miles de plantas y flores
simulando el Paraíso,
Paraíso Terrenal.
Se nos esta haciendo tarde
-nos vamos a la salida-,
¡por ese camino no
que por ahí está el gorila!.
Hemos pasado un buen dia
en este mundo animal,
ahora vamos al buffet
que es la hora de cenar.
Nuevo atracón que nos damos,
de postre comemos flan,
Manolo se arto de judías
bien regadas con champán.
En el hotel hay un bar
en el que cantan y bailan,
y mientras ellos lo hacen
a ti el whisky no te falta.



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